La madre de Nasha parece haber perdido la sonrisa. Con ayuda de un misterioso hombre-sombra, la pequeña descubre gran parte de la historia de su familia; la relación de simbiosis que tenían con la tierra y la naturaleza, así como la discriminación a la que fueron sometidos por los colonos blancos. Nasha se propone una heroica misión para adentrarse en sus raíces y devolver la felicidad a su madre. ¿Lo conseguirá?

Este álbum infantil bellamente ilustrado denuncia el expolio, la discriminación y la explotación a la que fueron sometidos los habitantes indígenas de Norteamérica cuando llegaron los colonos blancos a las tierras que ellos habitaban. 

Es una historia narrada desde la empatía y la solidaridad con el sufrimiento. Nasha quiere devolver la sonrisa a su madre, mientras aborda la tristeza familiar y demuestra la necesidad de cuidar y cerrar una herida profunda. Todo ello, mientras reconoce y aprende a respetar las tradiciones y creencias de su comunidad.

El final de la obra resulta optimista. Muestra la relación simbiótica que los pueblos indígenas tenían con la tierra y la naturaleza e invita a las pequeñas y pequeños lectores a cuidar el medio ambiente e invita a descubrir las raíces personales de cada uno.