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Sherlock Tópez, el topo detective, se encargará de resolver algunos casos cuando la convivencia pacífica y tranquila de los animales se vea interrumpida.
Sherlock Tópez, el topo detective, se encargará de resolver algunos casos cuando la convivencia pacífica y tranquila de los animales se vea interrumpida.
En la colmena están muy preocupados: ¡la abeja reina ha desaparecido! El gran detective Sherlock Tópez, acompañado de su inseparable ayudante Ratson, comienza las pesquisas para averiguar dónde está.
Sherlock Tópez, el topo detective, se encargará de resolver algunos casos cuando la convivencia pacífica y tranquila de los animales se vea interrumpida.
Sherlock Tópez, el topo detective, se encargará de resolver algunos casos cuando la convivencia pacífica y tranquila de los animales se vea interrumpida. En esta ocasión, los animales del bosque están alarmados porque creen que la urraca ha matado a la lagartija.
Sherlock Tópez, el topo detective, se encargará de resolver algunos casos cuando la convivencia pacífica y tranquila de los animales se vea interrumpida. En esta ocasión, algunos pájaros, extrañados porque sus crías no se les parecen, acuden a Tópez para tratar de averiguar lo que pasa.
Sherlock Tópez, el topo detective, se encargará de resolver algunos casos cuando la convivencia pacífica y tranquila de los animales se vea interrumpida. En esta ocasión, la mamá pata acude a Tópez preocupada porque han desaparecido los renacuajos que crió en su charca.
Descubrimos nuevos personajes, tradicionalmente conocidos como «buenos» en los cuentos, pero representados con pequeñas debilidades inusuales en ellos que deben corregir: un príncipe miedoso, un duende caprichoso y una princesa gruñona.
Beñat, un monitor de tiempo libre, conoce al adolescente colombiano Yickson en una travesía por el Pirineo.
Tato, Miranda y Álex tratan de ayudar a Nasima, una niña de su colegio a la que sus padres quieren casar con un chico mayor de edad.
¡Mírate al espejo y saca la lengua como si fueras una inquieta ranita o frunce el ceño como un oso enfadado! Los más pequeños aprenden con esta historia a reconocer las emociones mientras imitan a los animales en su alegría, su tristeza, su nerviosismo y... ¡su miedo!
